¿Sabrías
diferenciar entre una naranja ecológica
y una de supermercado? Te damos algunas pistas: aunque su aspecto a primera
vista es muy similar, notarás en las naranjas ecologicas un brillo más
natural. El primer mordisco te sacará de dudas: la naranja ecológica es mucho más sabrosa y aromática. Y además se
ha cultivado respetando el medio ambiente.
Las naranjas ecológicas son frutas de
una gran calidad, exclusivas, sobre todo si la comparamos
con las comerciales. Su sabor es más
intenso, su aroma más fresco y hasta su brillo es diferente. El cultivo ecológico produce naranjas con
mayor cantidad de vitamina C (hasta una 10% más), más pulpa, mayor contenido en
antioxidantes y su piel es más aromática. Son en definitiva más saludables.
Para obtener
naranjas
ecológicas de calidad, su cultivo
implica un proceso respetuoso con el entorno natural. La tierra en la que
se cultivan debe haber sido tratada de forma ecológica durante al menos dos
años, sin utilizar sustancias tóxicas,
nitratos, herbicidas, plaguicidas u otras sustancias químicas. Todos los abonos deben ser cien por cien
naturales, compuestos únicamente de materia orgánica. La tierra debe ser
labrada de manera racional, con técnicas de cultivo compatibles con la
protección de los recursos naturales, respetando así todas las propiedades del
suelo.
Esta forma
de cultivo y la mayor calidad de las naranjas ecológicas hacen que su precio
sea mayor que las que podemos comprar en la frutería o el hipermercado. Esta
diferencia de precio supone una inversión en salud.
Según su
sabor, jugosidad y tamaño, encontramos distintos tipos de naranjas ecológicas. Las más consumidas, entre otras
variedades, son las Navel (o naranjas de ombligo), y Salustiana (son las más
utilizadas para zumo).
Para que
podamos distinguir en el mercado los productos de la agricultura ecológica de
los que no lo son, las naranjas
ecológicas deben llevar consigo la certificación correspondiente, además del
logo comunitario de la AE. Todo ello nos garantiza que la naranja ha seguido
los criterios ecológicos durante todo su proceso de producción.
La mejor
manera de disfrutar de naranjas ecológicas es comprando directamente al productor,
sin distribuidores que aumenten su precio final. En Econaranjas el Molino te servimos naranjas ecológicas del árbol a la
mesa y en apenas 24 horas. Probar
una naranja ecológica es darle un mordisco a la vida más saludable.
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